Estamos viviendo unos días de verdadera locura.
Hoy almuerzo con la excelente noticia de que han desarrollado una vacuna que tiene una efectividad del 90%.
Tenemos nuevo presidente en Estados Unidos.
Las Bolsas de todo el mundo se han disparado.
Las pocas acciones que aún conservo del Santander suben casi un 20%.
El Mundo está loco…
Como dijo Groucho: “Paren el mundo que me bajo”.
Quien sabe, quizá mañana bajen mis cuatro acciones un 30% porque la vacuna no es como se esperaba… ¡a saber!.
Leía ayer un artículo de opinión sobre las elecciones americanas (qué casualidad que hoy digan lo de la vacuna… parece que el Mundo está manipulado… bueno, ese es otro tema).
El artículo hablaba de los tipos de Presidentes que ha habido en Estados Unidos:
Algunos blandos.
Otros duros.
Otros con enorme liderazgo.
Otros que no los querían ni en pintura.
Otros guerreros.
Otros pacifistas.
Otros inútiles.
De todo, como en cualquier país democrático.
Mientras leía los diferentes perfiles no pensaba en los Presidentes de Estados Unidos.
Pensaba en los directores de empresas, en los jefes, en los supervisores de todas las empresas.
Pensaba si hay que ser duro, blando, con retrato, sin retrato, con estatua, sin estatua para ser un buen líder.
No.
Cuando yo empecé a trabajar la mayoría de mis jefes eran duros, muy duros, pero eso no les hacía ser buenos jefes.
Un buen jefe debe tener muy claro cuál es realmente su trabajo, cuáles son sus objetivos, los de su equipo y trabajar juntos para conseguirlos.
Un buen jefe debe tomar las riendas y trabajar con su equipo, mano a mano, codo con codo.
No se trata de imponer tu ley y hacerte el duro, se trata de cumplir y superar los objetivos de la empresa.
En la empresa (casi) todo son objetivos.
Un director, un jefe debe cumplir con los objetivos marcados de forma recurrente.
Si no lo hace, a la calle.
Es él, como líder, el responsable de ayudar a su equipo a que haga lo mejor posible su trabajo, alcancen su máximo rendimiento siempre y así cumplir con los objetivos marcados.
Si no lo hace, a la calle.
Un buen líder es aquel que hace entender a su equipo se deben sacar los objetivos adelante y ellos son una parte vital para lograrlo.
Y como líder sí, debe ser duro cuando sea necesario y tirar de las orejas a quien no lo cumpla, de forma natural.
Interesarse por el motivo que genera que no esté ayudando al equipo y solucionarlo.
Todos somos personas, hablamos y nos entendemos.
Estos consejos siempre los he tenido en cuenta y pienso que valen para cualquiera, como si somos el Trabajador, el Jefe, el Entrenador, el Presidente, el Rey o el Papa.
En UCEPSA nuestro principal objetivo eres tú, nuestro cliente.
Cumplir contigo es nuestra máxima prioridad.
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