Dirigir una empresa como UCEPSA, como cualquier otra, no es fácil.
Hablo de pequeñas y medianas empresas… empresas familiares.
En las grandes empresas es más fácil, creo yo, empresas con 200 directores, 600 jefes y 3000 encargados.
Estoy exagerando, pero tú me entiendes.
Cada día los directores de orquesta de las PYMES debemos tomar decisiones de toda índole, desde firmar un acuerdo con un proveedor hasta contratar a alguien nuevo, pasando por contestar al teléfono, mandar un email, revisar un pedido, invitar a comer a un cliente o mancharnos las manos porque una máquina se ha averiado.
¿Esto está bien o está mal?.
Ahora se habla mucho de delegar, del coste de oportunidad, del bloqueo de horas para las actividades de cada día, de optimizar nuestro tiempo con nuevas técnicas de gurús, de trabajar de forma inteligente y no “a lo burro”…
Se habla incluso de semanas de 4 días laborales, pero 4 días a todo gas.
No me convence casi nada.
No me creo casi nada.
Quizá sea que me esté haciendo mayor y sea de otro siglo.
Lo único que me convence es el bloqueo de horas para hacer determinadas labores, me gusta… consiste en que cada día hay que dedicarle unas horas a cada actividad y, cuando llegue la hora, pasar a la siguiente. Por ejemplo: de 8 a 9 contestar emails, de 9 a 10 hacer llamadas, de 10 a 12 revisar pedidos, de 12 a 14 revisar maquinaria, de 14 a 16 comer, etc. Como el horario de la escuela…
Es algo que os recomiendo y hace que la productividad se dispare.
¡Además es un horario que podemos ir modificando y hasta podemos bloquear horas para irnos al cine!
Lo que está claro es que hay que cavar si queremos encontrar el tesoro, hay que cavar mucho, mucho, mucho.
En UCEPSA hemos cavado, cavamos y cavaremos mucho, siempre.
No conozco a nadie que trabajando poco haya mantenido una empresa.
No conozco otro secreto que no sea trabajar al máximo nivel y controlar nuestro entorno.
Disfrutad de este extraño verano y ojalá lleguen muy pronto las buenas noticias.
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